Las lesiones de rodilla, más comunes en el fútbol femenino

El fútbol no es solo cosa de chicos, prueba de  ello es el gran número de seguidoras y jugadoras femeninas que hay en nuestro país. Según la RFEF hay unas 41.000 jugadoras de fútbol femenino creciendo de forma exponencial año tras año.

Si hacemos un breve repaso a la historia veremos que el fútbol femenino no es tan moderno, siendo en 1892 cuando se jugó el primer partido de fútbol entre mujeres. Fue durante la temporada 88/89 cuando nacíó la Liga femenina, hasta el día de hoy que cada vez tiene más repercusión mediática.

Evidentemente a nivel de juego y de reglas deportivas no hay ninguna diferencia entre los dos sexos, pero a nivel hormonal, anatómico y biomecánico tenemos que ser conscientes de que existen algunas diferencias que producen que una de las lesiones más frecuentes en mujeres sea la rotura del Ligamento Cruzado Anterior, como demuestran diferentes estudios.

Si nos centramos en las diferencias hormonales, vemos que el ciclo menstrual afecta directamente a la integridad de los ligamentos y sobre todo a las rodillas, debido al incremento de la hormona relaxina que genera más laxitud ligamentosa.

Otra de las diferencias que vamos a encontrar serán los factores anatómicos,  como es el caso de la escotadura intercondilea (espacio entre cóndilos) donde en las mujeres es más ancho que en los hombres, provocando una mayor tensión en las estructuras ligamentosas.

Otra de las diferencias más importantes, será el ancho de la cadera y la pelvis, que es mayor que en los hombres provocando un aumento del Ángulo Q (ángulo que forma el fémur con la tibia), es decir, hay una tendencia a que las rodillas se vayan hacia dentro provocando una mala alineación de la pierna y por tanto generar problemas en estas. A nivel de pie, y debido a esta desalineación, podemos encontrar un pie valgo (hacia dentro) o varo (hacia fuera) que genera un aumento de esa desalineación y problemas biomecánicos. Consecuencia de todos estos factores, el sistema muscular está mal regulado entre la musculatura interna y la externa.

El conjunto de estas diferencias entre sexos genera que la mayoría de lesiones de rodilla se produzcan sin contacto con el rival. Estas son producidas por una frenada brusca, un cambio de dirección o tras un salto. Por eso es importante que las jugadoras, sean profesionales o no, realicen un estudio biomecánico de la pisada para poder prevenir y reducir una posible lesión. Este estudio biomecánico consta de varias pruebas y test donde se evalúan los pies, rodillas y el resto de estructuras. En el caso de que una jugadora, que ya tenga una lesión de rodilla, también deberá evoluarse para ayudar durante la recuperación y proteger a la rodilla de una recaída. Este tipo de lesión, que es más frecuente en mujeres, no solo nos las encontraremos en el fútbol, sino que las podemos ver en baloncesto, balonmano y otras disciplinas deportivas.

Con este artículo, desde Podoactiva queremos hacer hincapié en la salud específica de las deportistas, tanto profesionales como amateurs, para que puedan disfrutar del deporte que más les gusta de la forma más segura y saludable, ya que el mejor tratamiento es una buena prevención. Por ello, aplicamos todos nuestros conocimientos acumulados durante años y la tecnología más vanguardista para detectar posibles patologías, a corto y largo plazo, y prevenirlas. Por todo ello, nuestros profesionales (médicos, podólogos, fisioterapeutas, licenciados en la actividad física…) animan a realizar revisiones anuales.

CARLOS MARTÍN

Responsable de Podoactiva Zaragoza