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La uña incarnada en los bebés



La uña es una estructura formada principalmente de queratina y calcio, es la modificación de las células de la epidermis que se localiza en la parte distal de las extremidades. Su principal función es proteger, pues actúa de barrera de las terminaciones nerviosas de las extremidades, las cuales son ricas en vasos sanguíneos.

 

Como curiosidades cabe destacar que:

 

-Las uñas crecen 0,1 milímetros aproximadamente cada día. Este crecimiento varía dependiendo de la edad, la persona, el dedo en el que se encuentre la uña, la estación del año o el deporte, entre otros factores.

 

-Las uñas de los pies tardan entre 12 y 18 meses en regenerarse por completo.

 

-Un corte incorrecto de las uñas puede provocar lo que conocemos como uña incarnada.

 

A continuación, exponemos un caso clínico de un bebé recién nacido que acudió a la consulta con la uña incarnada. En primer lugar, por las características del paciente se descarta que esta patología se haya originado por un mal corte de uñas o por un traumatismo, problemas habituales que pueden dar lugar a diferentes dolencias. Así pues, el niño nació con la uña incarnada.

 

El bebé tenía desde su nacimiento las uñas del primer dedo de ambos pies más cortas de lo normal y no cubrían totalmente el lecho. Por este motivo, las uñas se incarnaron en la parte distal y provocaron una pequeña infección debido a que el extremo distal del dedo, conocido como hiponiquio, obstruía su paso.

 

Tras su primera visita a consulta, se recomendó a los padres una limpieza diaria de la zona con agua y jabón, así como realizar con frecuencia pequeños masajes para dar espacio a la zona de la uña, por ejemplo, aprovechando las horas de las comidas. El resto del día tenían que colocar esparadrapo elástico para que haga tracción y conseguir también más espacio.

 

 

Nuestros especialistas vieron al bebé en revisión dos días a la semana para manipular con la gubia la zona. El objetivo es conseguir, poco a poco, desenganchar la uña y elevar su posición para evitar que siga creciendo hacia abajo y se clave más.

 

 

Estos consejos son muy importantes y ayudan a que el niño supere este problema en unas 8 semanas. Siguiendo las indicaciones expuestas, en este tiempo, el bebé ya tendrá las uñas en la posición correcta.

 

Por último, no debemos olvidar que las uñas se deben cortar rectas y deben cubrir en su totalidad la parte distal del dedo para evitar esta patología.

 

 

Si te ha parecido interesante este artículo, en nuestras completas guías de podología infantil “Los pies de los bebés” y “¿Sabes si tu hijo pisa bien?” te contamos todo sobre el crecimiento de los pies de los más pequeños.

 

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Ana Carbó

Podóloga de la Unidad Podoactiva Fisioteràpia i Podologia A&A Vila-real

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