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Podofobia. Miedo y rechazo a los pies



Actualmente en la sociedad conviven muchos tipos de fobias, unas más extendidas (como el miedo a los espacios cerrados, alturas, arañas…) y otras que no sabemos ni que existen (pero son más frecuentes de lo que pensamos).

Un claro ejemplo es la que tratamos en este artículo: la podofobia.

¿QUÉ ES LA PODOFOBIA?

La podofobia es el rechazo, miedo o antipatía irracional e intensa que se siente hacia una parte concreta del cuerpo: los pies. Suele generar sensaciones varias como el asco o repulsión hacia los mismos. Esta fobia no sólo se produce por ver o tocar los pies ajenos o hacia los más descuidados, sino que también se mantiene hacia los propios pies o incluso a unos sanos y bien cuidados.

 

Y… ¿CÓMO SE ORIGINA?

 

Es difícil determinar una causa principal que justifique esta fobia. Podemos encontrar causas psicológicas, genéticas, traumáticas (como sufrir o haber sufrido alguna enfermedad en los pies) o incluso tener algún complejo con esta parte del cuerpo. Muchos de nuestros pacientes con esta fobia nos comentan que esta antipatía creen haberla sufrido durante toda su vida, o por lo menos en una gran parte de ella.

 

SÍNTOMA DE LA PODOFOBIA

Aunque todos somos conscientes de que los pies no son dañinos o peligrosos (a diferencia, por ejemplo, de una persona que tiene pánico a animales como arañas o serpientes), un paciente con podofobia también puede desarrollar síntomas como ansiedad, sudoración, náuseas, temblores, miedo, etc.

 Los síntomas y hábitos más comunes son el rechazo a tocar, ver, imaginar o incluso a hablar de esta parte del cuerpo (sean los pies propios o ajenos)

Cabe destacar que esta fobia es difícil de llevar, ya que los pies son un elemento del cuerpo humano y, por desgracia para estas personas, no pueden deshacerse de ellos, al igual que no pueden evitar asistir a lugares públicos donde hay personas descalzas: piscinas, playas, duchas de gimnasios, etc. Es un temor muy limitante que puede generar una ansiedad fóbica constante.

¿Esta fobia puede afectar a la SALUD PODOLÓGICA? ¿Se puede tratar?

 

Es normal que al no poder “acercarse” o “tocar” los propios pies se generen y desarrollen una serie de problemas o patologías como: mal olor, infecciones por hongos, falta de hidratación, uñas largas y engrosadas, etc.

En casos más severos de personas con esta fobia, pueden llegar al extremo de no cambiarse regularmente los calcetines para no tener que ver los pies, provocando peligrosas consecuencias en su salud.

 

A nivel podológico hay que comentar que es difícil ver en consulta a un paciente podofóbico, no sólo por todas las razones explicadas anteriormente, sino también porque el paciente entiende que si un podólogo analiza sus pies los va a valorar minuciosamente, pero además el simple contacto de las manos del podólogo con sus pies le va a generar una repulsión absoluta.

 

 

Ante cualquier fobia que afecte a la vida diaria, es fundamental buscar ayuda médica con el objetivo de solucionarla y superarla de forma progresiva.

 

 

José Vico

Podólogo de Podoactiva

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