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Consejo de la semana: mejorar la evolución del pie plano valgo



El pie plano valgo infantil es una entidad clínica que se puede presentar de forma fisiológica en los niños hasta los 4 – 6 años de edad con presencia de aplanamiento del arco interno, desviación del talón y un comportamiento mecánico del pie que provoca inestabilidad o “torpeza” a la hora de caminar ó correr.

El origen de esta alteración puede ser variable (muscular, óseo, neurológico,  secundario a patologías sistémicas, idiopático) lo que hace que existan distintos tipos de pie plano. Los ejercicios descritos a continuación, conviene realizarlos en cualquier tipo de pie plano, aunque serán más efectivos en los pies con menos rigidez.

La finalidad es mejorar el pronóstico evolutivo en la marcha del niño, pues con los ejercicios pretendemos estimular el desarrollo de fuerza de contracción de determinados músculos que nos pueden ayudar al desarrollo fisiológico de la bóveda plantar. Cabe destacar que en niños con otras condiciones asociadas, probablemente será imprescindible un tratamiento mediante plantillas adaptadas y/o tratamiento medico/rehabilitador.

El primer ejercicio de potenciación muscular para el pie plano es el realizar repeticiones de elevación del talón (ponerse de puntillas). Con este ejercicio conseguimos contraer la mayoría de músculos que generan arco plantar, y la forma de realizarlos será variando la posición de los pies, para conseguir que el niño trabaje todos los grupos musculares que nos interesan:

– Pies paralelos y juntos (20 repeticiones)

– Pie paralelo y separados al ancho de los hombros (20 repeticiones)

El segundo ejercicio será pedir al niño que intente subir/generar el arco del pie sin levantar los dedos ni los talones del suelo. Al principio le resultará complicado, pero una vez realizado, resulta fácil su repetición. Recomendable que empiece a realizarlo de forma unilateral, para que una vez tenga aprendido el gesto, pasar a realizarlo de forma bilateral. Conseguimos de esta forma una contracción bastante específica del músculo que más trabaja en la estabilización del arco plantar (tibial posterior).

– Subida de arco plantar (20 repeticiones)

El tercer ejercicio será mantener el equilibrio sobre un pie (a la pata coja). Resulta bastante difícil en niños con pie plano, por lo que las primeras veces podemos permitir que tengan un punto de apoyo. Con este ejercicio se trabaja intensamente la musculatura intrínseca del pie, además de otros músculos de la extremidad que conviene potenciar para el desarrollo del equilibrio unipodal. Es conveniente alternar entre un pie y otro para permitir la recuperación de las estructuras musculares.

– Pata coja derecha: 10 seg. (5 repeticiones) y pata coja izquierda: 10 seg. (5 repeticiones)

El cuarto ejercicio consiste en realizar la marcha de forma que sometamos a tensión los músculos de la zona interna de la pierna. Enseñaremos al niño a caminar sobre el borde externo del pie, desde el talón hasta el 5º dedo, y avanzar por una superficie lisa sin irregularidades. Habitualmente no tiene contraindicaciones, pero cabe destacar que es una posición forzada del pie, y puede resultar dolorosa en determinados niños, por lo que ante cualquier molestia referida dejaremos de realizar el ejercicio.

– Caminar pies hacia fuera (2-3 min.)

Con la realización de esta serie de ejercicios a diario conseguiremos potenciar bastante la musculatura que normalmente carece de fuerza en el pie plano infantil. Ahora bien, debemos tener en cuenta que pueden existir condiciones asociadas a este pie plano que necesiten de otro tipo de ejercicios, estiramientos, y tratamiento para conseguir la mejoría del pie. Por ejemplo un pie plano infantil rígido con retracción de la musculatura posterior, habrá ejercicios que no estén indicados para este pie, ya que podemos potenciar todavía más determinados grupos musculares y agravar la patología. Ante la duda consulte a su podólogo.

Por último destacar, que la actividad diaria del niño ya es un ejercicio de potenciación muscular para todo su cuerpo, incluido el pie. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que existen factores externos que pueden limitar/impedir el correcto estímulo muscular. Por eso no queríamos acabar esta entrada sin comentar que el calzado es algo fundamental, y que para el correcto funcionamiento de la musculatura de la pierna con inserción en el pie, no debemos abusar de calzado tipo bota con rígidez en la caña  y  que ferulice el tobillo. En niños lo ideal para controlar el pie es buscar un calzado con contrafuertes resistentes que no sobrepasen la zona maleolar y una suela adecuada que nos ayude al corecto avance del pie en el suelo, aunque para este amplio tema (calzado infantil), dedicaremos una entrada más adelante.

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Comentarios

1 Comment

  • Manuel Cañadas Bayo
    Posted at 12:30h, 08 abril Responder

    Comenzaré con éstos
    Comenzaré con éstos ejercicios para mi hijo de 6 años..
    ..no quiero que en el futuro presente las mismas patologías que yo…
    ..además..va a ser un futuro tenista…un saludo gracias!!

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