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Los tres rockers o balancines del pie



El fenómeno de desplazarnos caminando a través de nuestros pasos lo conocemos como marcha humana. Desde el punto de vista biomecánico, no existen dos marchas humanas iguales, pues al desplazarnos caminando ponemos en funcionamiento prácticamente todo nuestro cuerpo a nivel musculoesquelético, generando cada persona un patrón de marcha individual.

El fenómeno de desplazarnos caminando a través de nuestros pasos lo conocemos como marcha humana. Desde el punto de vista biomecánico, no existen dos marchas humanas iguales, pues al desplazarnos caminando ponemos en funcionamiento prácticamente todo nuestro cuerpo a nivel musculoesquelético, generando cada persona un patrón de marcha individual.

 

 

El pie es la parte del cuerpo que más trabajo tiene en la marcha humana. Debido a ello tiene una estructura muy compleja que está formado por diferentes articulaciones que nos permite adaptarnos y transferir la carga de nuestro cuerpo hacia delante. Para ello necesitamos unos mecanismos biomecánicos de adaptación que no lesionen estructuras anatómicas y que permitan un avance paulatino y correcto de todo nuestro peso corporal por encima del pie.

 

 

Os queremos contar de una forma resumida como trabaja el pie en el plano lateral (sagital) a la hora de efectuar un paso en la fase de carga. Para explicaros el funcionamiento desde un punto de vista biomecánico básico, vamos a utilizar la explicación de los tres balancines del pie, conocidos como “Rockers del pie” en el mundo de la podología y biomecánica.

 

En términos generales podemos dividir un paso en fase de balanceo y fase de carga. Aproximadamente en un paso normal la fase de carga ocupará el 60% del total del paso, mientras que la fase de balanceo ocupará el 40% restante.

 

 

Cuando el pie acaba su fase de balanceo (40%) y empieza su fase de carga (60%),  es entonces cuando se inicia el primer rocker del pie. También lo conocemos como balancín de talón, ya que después de impactar este sobre el suelo, debe rotar a través del hueso calcáneo hacia delante y abajo, permitiendo que el antepié acabe apoyando. Pueden existir problemas biomecánicos y no permitir que este rocker se ejecute correctamente. Una de las causas más comunes son los problemas de acortamientos de la musculatura posterior de la pierna, donde no se produce un impacto inicial del pie contra el suelo por la zona del talón, sino por la zona del mediopié (debido a la tracción hacia arriba y atrás que ejerce el tendón de Aquiles sobre el talón). Un ejemplo de alteración de este 1º rocker podría ser los niños que “caminan de puntillas” de una forma inconsciente.

 

 

El 2º rocker del pie o balancín de tobillo, comienza cuando el pie está completamente apoyado sobre el suelo y se produce el avance de la pierna por encima del pie gracias a la articulación del tobillo. Problemas de congruencia articular y de estructura del pie pueden acortar o alargar la duración de este rocker, produciendo alteraciones biomecánicas. Aunque el mecanismo de producción de las lesiones musculares es muy variado, es en este rocker es donde más habitualmente se produce el famoso exceso de pronación) y generamos problemas musculares tipo fascitis plantar, periostitis, tendinitis de tibial posterior, etc (la pronación hasta cierto punto es fisiológica en este rocker).

 

 

Por último, el  3º rocker o balancín de antepié se inicia cuando se empieza a levantar el talón del suelo y finaliza cuando despegamos todo el pie por la zona de los dedos para iniciar la fase de balanceo del pie. En este momento es importante que exista un buen movimiento en las articulaciones metatarsofalángicas (articulaciones que unen los metatarsianos con las falanges) para que no se produzca ningún tipo de sobrecarga de apoyo en esta zona. La articulación metatarsofalángica del primer dedo también tiene una función muy importante en este 3º rocker, la cual consiste en activar un mecanismo llamado WINDLASS al cual le dedicaremos una entrada.

 

 

Entre otras muchas cosas, en una exploración biomecánica se valoran minuciosamente estos rockers. En el caso que algún rocker este alterado  y esté produciendo patología se busca la manera de intentar reestablecerlo mediante el tratamiento que sea necesario (fisioterapia, plantillas personalizadas, cirugía…).

 

Esperamos que os haya gustado esta breve entrada sobre biomecánica básica del pie y que podáis comprender un poco mejor lo importante que es realizar una marcha humana con los tres rockers del pie funcionando de una forma correcta.

 

Antonio Gómez Bernal

Podólogo experto en Biomecánica

Unidad Biomecánica Podoactiva

 

 

 

                                

 

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Comentarios

1 Comment

  • gustavo pinton
    Posted at 04:03h, 31 agosto Responder

    muy buena y didactica la
    muy buena y didactica la explicacion

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